Consuegra
Consuegra es un municipio español de la provincia de Toledo en la
comunidad de Castilla-La Mancha.
El término "Consuegra" se deriva de la antigua ciudad pre-romana de
Consabura que significa "la confluencia del río Sevo". Sevo sería el
antiguo nombre del río Amarguillo.
El municipio se encuentra situado en la falda de un cerro en la comarca de La Mancha. Su término municipal linda al este con Madridejos, al norte con Mora y Turleque, al oeste con Urda y Los Yébenes, en la provincia de Toledo, y al sur con Villarrubia de los Ojos en la de Ciudad Real.
Comprende los montes Valdespino, Dehesa Nueva, Sierra Luenga, la Mata, la Serna, Serrezuelas, la Gineta y la Alberquilla. El río Amarguillo, seco en verano (aunque fue motivo de una gran inundación en 1891), que nace en los Montes de Toledo (dentro del término municipal de Urda) y lo atraviesa de oeste a este hasta verter su agua en el río Guadiana.
comunidad de Castilla-La Mancha.
El término "Consuegra" se deriva de la antigua ciudad pre-romana de
Consabura que significa "la confluencia del río Sevo". Sevo sería el
antiguo nombre del río Amarguillo.
El municipio se encuentra situado en la falda de un cerro en la comarca de La Mancha. Su término municipal linda al este con Madridejos, al norte con Mora y Turleque, al oeste con Urda y Los Yébenes, en la provincia de Toledo, y al sur con Villarrubia de los Ojos en la de Ciudad Real.
Comprende los montes Valdespino, Dehesa Nueva, Sierra Luenga, la Mata, la Serna, Serrezuelas, la Gineta y la Alberquilla. El río Amarguillo, seco en verano (aunque fue motivo de una gran inundación en 1891), que nace en los Montes de Toledo (dentro del término municipal de Urda) y lo atraviesa de oeste a este hasta verter su agua en el río Guadiana.
¿Qué visitar?
Castillo
La fortaleza se comenzó a construir a mediados del siglo X durante la época de esplendor del califato de Córdoba, concluyendo su construcción a mediados del siglo XIII por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, mas de 350 años de construcción ininterrumpida y de ahí que en la actualidad se puedan visitar en un solo edificios los vestigios de tres castillos diferentes, la orden le convirtió en la capital de un extenso priorato. La cesión del castillo y su alfóz a los caballeros se realizó en el año 1.183 por Alfonso VIII, aunque la fortaleza ya había sido reconquistada por Alfonso VI, justamente cien años antes, siendo lugar de enfrentamientos bélicos constantes, esta se perdió pasando de cristianos a musulmanes en repetidas ocasiones hasta pasar definitivamente al reino de Castilla.
La fortaleza se comenzó a construir a mediados del siglo X durante la época de esplendor del califato de Córdoba, concluyendo su construcción a mediados del siglo XIII por los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, mas de 350 años de construcción ininterrumpida y de ahí que en la actualidad se puedan visitar en un solo edificios los vestigios de tres castillos diferentes, la orden le convirtió en la capital de un extenso priorato. La cesión del castillo y su alfóz a los caballeros se realizó en el año 1.183 por Alfonso VIII, aunque la fortaleza ya había sido reconquistada por Alfonso VI, justamente cien años antes, siendo lugar de enfrentamientos bélicos constantes, esta se perdió pasando de cristianos a musulmanes en repetidas ocasiones hasta pasar definitivamente al reino de Castilla.
Los Molinos de Viento
Escoltando al castillo se divisan once molinos de viento, por gigantes confundidos en tiempos por el más ilustre de los caballeros. Vencedores de éste en singular batalla, olvidados durante décadas, hoy en día recuperados por el esfuerzo de un pueblo que se vuelca en recuperar su memoria histórica. Nacidos de la fértil imaginación de los hombres, al igual que su noble contrincante, los Molinos de Viento son la respuesta que dieron las gentes de La Mancha al medio natural en que vivían. La Mancha, Al-Ansha para los árabes, la tierra seca o la tierra sin agua, donde era muy complicado utilizar los molinos de agua y que sin embargo existía la necesidad de transformar el trigo en harina, de ahí la razón de la existencia de los molinos de viento en La Mancha, en sustitución del molino de agua.
Se han recuperado doce de los trece molinos que en principio se ubicaron en la colina.
Escoltando al castillo se divisan once molinos de viento, por gigantes confundidos en tiempos por el más ilustre de los caballeros. Vencedores de éste en singular batalla, olvidados durante décadas, hoy en día recuperados por el esfuerzo de un pueblo que se vuelca en recuperar su memoria histórica. Nacidos de la fértil imaginación de los hombres, al igual que su noble contrincante, los Molinos de Viento son la respuesta que dieron las gentes de La Mancha al medio natural en que vivían. La Mancha, Al-Ansha para los árabes, la tierra seca o la tierra sin agua, donde era muy complicado utilizar los molinos de agua y que sin embargo existía la necesidad de transformar el trigo en harina, de ahí la razón de la existencia de los molinos de viento en La Mancha, en sustitución del molino de agua.
Se han recuperado doce de los trece molinos que en principio se ubicaron en la colina.
El ayuntamiento
Entre los edificios que destacan en La Plaza de España se encuentra el Ayuntamiento, obra de 1.670; su fábrica, con típico aparejo toledano, está formada con doble hilada de ladrillo y cajas de piedra, (este tipo de construcción nos revela la fusión de elementos de tradición cristiana, la piedra, junto con los árabes, el ladrillo), en la parte superior se conserva un reloj de sol y anexas a éste se encuentran el arco y la torre del reloj, cuyo mecanismo de carillón se puede ver expuesto en el interior del ayuntamiento, elementos añadidos a posteriori pero que singularizan el conjunto.
Entre los edificios que destacan en La Plaza de España se encuentra el Ayuntamiento, obra de 1.670; su fábrica, con típico aparejo toledano, está formada con doble hilada de ladrillo y cajas de piedra, (este tipo de construcción nos revela la fusión de elementos de tradición cristiana, la piedra, junto con los árabes, el ladrillo), en la parte superior se conserva un reloj de sol y anexas a éste se encuentran el arco y la torre del reloj, cuyo mecanismo de carillón se puede ver expuesto en el interior del ayuntamiento, elementos añadidos a posteriori pero que singularizan el conjunto.